Con el nivel de estímulos a los que deben enfrentarse los niños en la actualidad es normal que se sientan estresados, enojados o tristes. La relajación en los niños y todo lo relacionado con su proceso como la calma, el descanso de los músculos y la mente, es clave para el crecimiento y su desarrollo.
Es importante entender que, el hecho de que a temprana edad un niño practique las técnicas de la relajación, se traduce en un adulto más sano, equilibrado y preparado para fluir ante los desafíos que se presenten.
No es cuestión de misticismo, se ha comprobado que hay muchos beneficios de la relajación en los niños entre ellos los siguientes:
- Aprenden a reaccionar. Un niño que conoce cómo se siente su cuerpo ante la relajación será capaz de reaccionar con menos violencia ante el estrés.
- Combaten las situaciones de enojo con inteligencia emocional.
- Comprenden situaciones de estrés y tratan de observar la realidad desde una perspectiva positiva.
- Pueden intervenir en discusiones respetando las diferencias.
- Aumentan la confianza en sí mismos al trabajar el cuerpo y controlar los pensamientos.
- Mejoran la concentración y la memoria. A través de los ejercicios de relajación se ayuda a la calidad de aprendizaje.
¿Qué pasa cuando los niños se relajan?
Los estados de relajación permiten pensar con mayor claridad y creatividad, ya que se activan ambos hemisferios del cerebro. También se aumenta la capacidad de reacción (los reflejos) e incrementa la habilidad para relajarse cada vez que se necesite.
Cambios biológicos
Además, la relajación es conveniente para la disminución de la tensión arterial. También mejora la circulación sanguínea y se logra la normalización de la respiración. Se aumenta la sensación de eliminación del cansancio, además de la oxigenación cerebral y así el niño tendrá una mejor calidad del sueño.
Técnicas para la relajación en niños
- Juegos. Para los niños es conveniente practicar la relajación en forma de juegos. Acostados en el suelo boca arriba de forma cómoda se puede mostrar al niño cómo ser dueño de su cuerpo. Indícale al niño que cierre los ojos y tome aire por la nariz y lo expulse por a boca. Después pídele apretar los dedos de los pies muy fuerte y mantenerlos así. Una vez más, que tome aire por la nariz y lo suelte por la boca, a la vez que relaja los dedos de los pies.Vuelve a pedirle tensionar los músculos que siguen, pasando por las piernas, los brazos, el cuello hasta llegar a la cabeza. Esta técnica es muy conocida y permite a las personas realizar un registro de su cuerpo.
- Música clásica para relajar a los niños. La música clásica estimula muchas zonas del cerebro. El niño puede llegar a interiorizar la compleja organización de estas melodías. Esto se traduce en una mayor facilidad para entender instrucciones, por ejemplo, del profesor en un aula de clase.Las melodías de Mozart y Vivaldi son aconsejadas por los expertos para mejorar la motricidad del niño, la concentración y los estados de calma. Por ello, siempre que puedas, colócale estas músicas a tu niño.
- Pintar Mandalas. Los mandalas son una técnica de relajación oriental. Si es la primera vez que el niño los pinta se aconseja que sean figuras grandes. Para ello, selecciona un lugar tranquilo en el que el niño se pueda enfocar en rellenar los espacios con colores. No importa que la técnica esté perfecta, es un momento para relajarse y disfrutar.
La relajación es muy conveniente en el momento previo a irse a la cama. Para que los niños se vayan sintonizando procura apagar las luces y los aparatos electrónicos. También ayuda mucho que se den una ducha y les leas un cuento antes de prepararse para practicar alguna técnica de relajación.
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